Noticias

Un ícono: El especial aspecto que inspiró Mick Jagger a la «Nosferatu» de Robert Eggers

Con más de 60 años de carrera, el frontman de The Rolling Stones continúa inspirando a la cultura pop de diferentes maneras.

Mick Jagger Nosferatu
Getty Images / Focos Features

El cine continúa entregándonos grandes estrenos, y uno de los llegará a las salas chilenas muy pronto se trata de la nueva Nosferatu. Dirigida por Robert Eggers (La bruja, El faro), la cinta, que trae de vuelta al llamado Conde Orlok, está siendo catalogada como la película más aterradora en años, y es un hecho que así lo preparó el equipo de producción.

En declaraciones a IndieWire, fue la diseñadora del filme quien dio especiales detalles sobre el disfraz con el que veremos a Bill Skarsgård, que interpreta al aterrador vampiro.

El nuevo Conde Orlok

Además de otras cosas, Linda Muir afirmó que se divirtió creando el atuendo de Orlok, y dijo que su abrigo era «más una capa, como Drácula». En esa línea, continuó: “Y luego tiene debajo un hermoso dolmán, que es como una túnica… Y eso tiene capas y capas y capas».

«Tiene seda estampada, y traté de elegir textiles que tuvieran muchos hilos de oro porque sabía que [el director de fotografía] Jarin [Blaschke] usaría la luz del fuego y de las velas y esta hermosa luz de la luna. Así que cosas que pudieran brillar y reflejarse hacia nosotros para dar la forma de un contorno», explicó la profesional.

La descripción de Muir prosiguió revelando que el protagonista de Nosferatu «lleva unos pantalones como los de Mick Jagger”, los cuales -especifica “son de color mostaza, con un hilo dorado brillante, ajustados y con una preciosa faja en la cintura».

«Y luego lleva un calzado de lo más chulo. Lleva cuero. Son como mules, así que se calzan sin cordones. Pero por seguridad y comodidad, le han dado a Bill unos 10 centímetros más o menos en lo que ya es una silueta muy bonita, delgada y alta”.

Bill Skarsgård también tuvo que llevar un arnés cerca del cuerpo debido al peso de su capa, el calor y el maquillaje protésico. “Así que tratamos de hacerlo de manera que pudiéramos liberarlo lo más rápido posible”, comentó Linda Muir. “Lo refrescamos entre tomas, entre montajes, y no lo cansamos de caminar con esto. También tenía que parecer sencillo, como si no se fuera a caer, como si estuviera hipnotizado sobre sus hombros y también mágico”.


Contenido patrocinado

Compartir