Y no tiene nada que ver con una falta de creatividad. Metallica es una de las bandas más influyentes del género en el último tiempo. Y eso se debe no solo a su inmenso talento, sino también a su gran repertorio de canciones.
Sin embargo, uno de sus miembros no ha sido uno de los mayores exponentes en la escritura en solitario de las canciones de la banda. Estamos hablando del bajista de 60 años, Robert Trujillo. El músico, quien se unió a la banda de San Francisco en 2003, dijo en una nueva entrevista con Toby Morse que su papel es apoyar a los miembros más veteranos. Osease, James Hetfield (voz/guitarras), Lars Ulrich (batería) y Kirk Hammett (guitarras), además de respetar su forma de trabajar.
La razón por la que Robert Trujillo no ha participado tanto de la escritura de canciones
Según explica el bajista, «me uno a Metallica, y estos tipos escriben canciones increíbles, y no voy a meterme de repente en ellas. Me gusta mantener a la gente feliz y cómoda. Mi papel es siempre apoyar lo que sea necesario para el equipo. Si escribo una canción con los chicos, contribuyo de esa manera».
A continuación, Robert Trujillo describió la forma en que Metallica escribe, diciendo que a menudo es un proceso de colaboración con todos los miembros en la sala. En sus palabras, enfatiza que «siempre estamos contribuyendo. Ya sea que veas el nombre en la canción o no, estoy en la habitación cada vez que estamos trabajando en la música: estoy allí, con Lars y James. Hay veces que digo: ‘Tengo ideas geniales’, y James siempre está receptivo. Si escuchas la sección central de «You Must Burn!» en el nuevo disco, esos somos James y yo improvisando en la sala de afinación, y luego se convierte en parte de esta canción en particular».
De esta manera, Trujillo concluye diciendo que el objetivo es fomentar el sentido de respeto entre los compañeros de banda: «mientras el río fluya en la dirección correcta, eso es lo más importante. También cómo te adaptas a las personalidades. Es como si fueras a vivir con esta gente; es como una familia. Es una hermandad. Tienes que respetar eso, y respetar a la gente. Y cuando estás en el espacio del otro, tienes que respetarte. Tienes que ayudar a levantar a la gente, y todo ese tipo de cosas entran en juego».