ENTREVISTAS

«Hoy la mesa está servida para el narcotraficante y son los niños»: Fundación San Carlos de Maipo por Informe de Crimen Organizado y vulneración de menores

Marcelo Sánchez advirtió la necesidad de estrategias integrales para evitar que más menores de edad se involucren en el crimen organizado.

Marcelo Sanchez Pqn Web
Radio Futuro

El pasado lunes el Ministerio Público hizo entrega del Primer Informe de Crimen Organizado en Chile, en el cual se detallan los datos de este fenómeno delictivo entre los años 2015 y 2023. En el texto, la entidad concluye que el tráfico de drogas es el eje central del crimen organizado, advirtiendo también un aumento en la participación de menores de edad en organizaciones delictivas.

Para analizar este informe y la situación de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) respecto a la delincuencia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron en Palabra Que es Noticia con Marcelo Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo, quienes buscan impulsar el desarrollo de políticas públicas para mejorar la calidad de vida de familias y comunidades.

Sobre el informe, Sánchez advirtió que «viene a poner certezas a un fenómeno que ya veníamos conversando, que es básicamente que hay una estrategia del crimen organizado para involucrar a niños y jóvenes en sus acciones delictivas».

Involucramiento de niños y jóvenes en el crimen organizado

El gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo explicó que, en la actualidad, el crimen organizado opera con distintos negocios delictivos. «El negocio de la droga es de rentabilidad. Como tal, necesita liquidez y para ello necesita otros negocios especializados que se aprovechan de las vulnerabilidades a nivel institucional que el informe menciona. La liquidez son los portonazos, encerronas, las extorsiones, etc. Eso les da caja para expandir sus operaciones. Y para eso reclutan a niños y jóvenes».

Pero, ¿por qué involucran a menores de edad? Marcelo Sánchez detalla que el crimen organizado se vale de tres condiciones fundamentales:

  • La protección legal que da el legislador a los niños, metiéndolos en un sistema legal con penas menos gravosas o inexistentes si son inimputables.
  • Genera dificultad en la persecución penal del Ministerio Público, porque al detener un niño se acortan los plazos de investigación.
  • Rompe la cohesión social, donde opera el narcotráfico, porque ningún familiar va a cooperar con la autoridad si tiene un niño que participa en una banda delictiva.

Respecto al cambio de este fenómeno con los años, Sánchez detalla que antes los menores de edad «empezaban en trayectorias delictivas más periféricas. El narcotráfico los reclutaba para trabajos al margen de la organización delictiva. Hoy, en cambio, los mete como protagonistas en ciertos tipos de delitos, especialmente contra las personas».

La realidad de niños, niñas y adolescentes y qué hacer

Marcelo Sánchez advierte, además, que las estrategias actuales no consideran la protección de NNA. «Hoy la mesa está servida para el narcotraficante y son los niños», señala, agregando que «tenemos que hacer prevención social y para eso hay que tomar control del territorio, desarmar a las bandas que reclutan menores y aislar a los líderes delictivos».

Desde la Fundación San Carlos de Maipo, el gerente general explica que «en la perspectiva a largo plazo, para nosotros lo más importante es trabajar los tres ámbitos que debilita el crimen organizado: La familia, la escuela y la comunidad». Además, entrega un dato alarmante: «Hay a lo menos 190.000 niños que están en entornos de vulneraciones relativamente graves. De ellos, hay una línea crítica fundamental del orden de 10 a 15 mil que están dentro del sistema de protección».

«La población universalmente tenemos que trabajarla, porque este problema está democratizándose. Y va a llegar a la puerta de todas las casas si no fortalecemos la familia, la escuela y la comunidad», concluye.


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