Una hora y 39 minutos. Eso es lo que dura el espectáculo de MTV Unplugged de los Bunkers. Uno único en toda la carrera de la banda, pero de alguna manera familiar con su huella en la música chilena.
Lo que para algunos fanáticos puede ser un logro más dentro de su prestigiosa carrera, sus miembros lo demuestran de otra manera. En un acto que remarca su trayectoria como una de las agrupaciones de Chile más exitosas de la historia, Los Bunkers entregan un show sin comparación con su pasado.
Con un evento que se siente tan distinto a escucharlos en vivo, la banda logra transmitir un sentimiento tan natural y familiar al espectador. Donde, sí, repasan sus mayores éxitos y estrenos como de costumbre en 25 años de trabajo, pero con inéditas sorpresas que te hacen sentir un sonido fresco. Uno que, a pesar de saber que lo escuchaste antes, logra enamorarte como la primera vez, que los oíste. Ya sea en una radio, un cassete, un disco, un vinilo o una aplicación de tu celular.
Quitémonos de una vez lo más obvio: la calidad de la música es insuperable. La experiencia en cine logra atraparlo a uno en todos sus sentidos, al punto que cualquier solo, ya sea de guitarra o teclado, es capaz de sacarte una lágrima. Solo es necesario prestar un poco de atención al inicio del MTV Unplugged con «No me hables de sufrir» para emocionar a cualquiera. Una calidad musical que no decae en ningún segundo a lo largo de la hora y 39 minutos que dura la cinta.
Y es que el MTV Unplugged de Los Bunkers no es un concierto acústico nada más: es una historia con una línea armónicamente dibujada. En un paso donde recorren sencillos como «Yo sembré mis penas de amor en tu jardín» o «El Necio», es necesario parar un momento y recordar de dónde vienen. Transformándose el escenario a un espacio con luz apenas tenue, se crea un espacio de privacidad con Los Bunkers. Donde ellos le regalan a los invitados, y en especial al espectador, un momento íntimo, que ningún videoclip podría replicar. Con «Calles de Talcahuano«, los músicos recuerdan su hogar, Concepción, esperando que esas raíces crezcan en los corazones de los oyentes.
Con una transición que cambia el ambiente a otro espacio, Los Bunkers son acompañados del Cuarteto Austral con una seguidilla de instrumentos de cuerda. Pero ya no están tan separados. Al contrario, están más unidos que al inicio del show. «Llueve sobre la ciudad» sorprende al oyente no por ser un éxito traído a la calidad de sonido del espectáculo. Sino porque la combinación de instrumentos nos hace sentir cobijados, acompañados mientras vemos las gotas de lluvia caer por fuera de la ventana.
Sentimiento que se repite con la «canción secreta» del MTV Unplugged, la cual lleva por nombre «El hombre es un continente», y con la interpretación acústica de «Si estás pensando mal de mi». Sencillo que acompaña, ahora, Meme del Real en las voces principales. Nuevamente, todo se siente tan familiar, y a la vez tan fresco.
Cuando Los Bunkers vuelven al escenario principal, uno cree que todo volverá al mismo formato. Y es que uno no podría estas más equivocado al respecto. «Rey» nos trae un panorama sin igual, pero no porque algún invitado fuera de la banda llegue para darle un nuevo aire a la canción. Es algo mucho más sencillo, y de ahí viene su encanto: Cancamusa toma las riendas e interpreta el coro tras las panderetas de su imponente batería.
Ovacionada dentro de la cinta, el momento termina de consagrar, por mas que no sea oficial, a la artista dentro de la agrupación chilena, lo que nos hace preguntarnos cuál será el futuro ahora. El momento insta a que el espectador, incluso, quiera aplaudir y volverse loco de la emoción, hasta que recuerdas que estas en una sala de cine en plena función.
Por si no fuera poco, Los Bunkers no detienen las sorpresas. De manera inédita, los chilenos rompen su setlist natural para dedicarle un momento de tributo a Paul McCartney con «Let ‘Em In» de Wings. Momento grabado, por cierto, al mismo tiempo que el británico se encontraba en nuestro país. Y es que se sabe que una de las inspiraciones de la banda son los legendarios The Beatles. Y si van a repasar sus orígenes, no volver a quienes los motivaron a convertirse en el fenómeno que son hoy en día sería un sacrilegio.
Pero si hablamos de fenómenos nacionales, es obligatorio que hablemos de una de las mayores artistas chilenas de la historia. Y eso, Los Bunkers lo saben muy bien. En un momento latinoamericano único, Mon Laferte se une a la banda para interpretar «Quiero dormir cansado». Canción que no forma parte del repertorio de ninguno de los chilenos, sino de Emmanuel, cantante mexicano y uno de los mayores representantes de la región.
Y no hay mejor manera de cerrar este histórico hito que con aquellas canciones que más remarcan su mismísima y única esencia. «Nada nuevo bajo el sol», «Ven Aquí» y «Bailando Solo» toman esta responsabilidad, transportando al espectador a nuevos sentimientos. Por un lado, emoción al vivir los que podrían ser aquellos temas que más escucharon en la radio del momento con una versión especial, que solo los MTV Unplugged pueden lograr. Sino también nostalgia y tristeza, porque todo lo bueno, tiene que terminar en algún momento.
Los Bunkers saben que no puede ser un cierre cualquiera. Su cover de «Heart of Glass» de Blondie, que acompaña el final de «Bailando Solo», es lo apropiado para cerrar un hito de tal magnitud para la banda. No solo por la misma potencia que representa la canción en la historia, sino por la interpretación especial que los chilenos traen. Carmen Ruiz, artista invitada que se encargo del teclado durante todo el MTV Unplugged, abandona su metro cuadrado. Para, así, unirse a Álvaro López en el canto. Momento que une la cultura chilena con la mexicana, a la cual Los Bunkers siente que le deben tanto, tanto por el apoyo como la influencia misma.
Y sin darte cuenta, las luces del cine se encienden, todo mientras miras una pantalla grande en negro. Lo primero que uno hace al salir puede ser una variedad de cosas. Sin embargo, lo más probable es que escuches en bucle a Los Bunkers en donde sea que escuches música. Porque esa es la magnitud de huella que su música tiene a través del tiempo. Una la cual intentaron implantar durante todo su MTV Unplugged, sin saber que ya lo habían logrado en la música hace mucho tiempo.
No importa que sea a través de la radio, un disco, un vinilo, una aplicación del celular o un evento especial proyectado en la pantalla grande. Los Bunkers tienen esa magia de seguir enamorándonos con sus temas, tanto viejos como nuevos. Los cuales nos hacen sentir mariposas en el estómago, como si fuera la primera vez.