Fue sincero, pero en el buen sentido. Sebastian Bach tuvo una reciente aparición en «The Jasta Show», el podcast presentado por el vocalista de Hatebreed, Jamey Jasta. Donde el ex cantante de Skid Row admitió que es «un puto obseso del control».
Bach también fue enfático en cuanto a las dificultades que trae trabajar con él. Explicando que, en realidad, «la gente no entiende» cómo es ese espacio de creatividad.
El meaculpa de Sebastian Bach
Durante su conversación, los músicos revelaron que estuvieron a punto de trabajar juntos en un proyecto en 2018. Que finalmente se convirtió en «For the Love of Metal», un álbum en solitario de Dee Snider, que Jasta produjo. Ahí, Sebastian Bach señaló que su reputación no coincide con lo que es en el estudio. En sus palabras, expresó que «la gente tiene esta completa idea errónea hasta el punto de simplemente la locura de que de alguna manera no escribo mis canciones o participo en la creación de discos. Soy un puto obseso del control».
El cantante continuó revelando la dificultad que tiene para grabar canciones de otras personas, donde señaló que fue la razón por la que se echó atrás en el proyecto con Jasta. Explica que «me enviabas muchas canciones terminadas. Y las probabilidades de que yo dijera: ‘Vale, voy a hacer esta canción terminada son muy, muy raras. Cuando estoy trabajando con compositores en mi banda en solitario y en Skid Row en los últimos años, sólo mi energía y espíritu, es mejor cuando acabo de conseguir un riff [para construir]. Y entonces lo pongo en mi pu** lista de reproducción y lo dejo sonar».
Bach llegó a admitir, incluso, que sus altas expectativas pueden convertirle en un colaborador difícil: «Soy un pu** cabrón. En el buen sentido. La gente no lo entiende hasta que intenta grabar un disco conmigo».