La llegada de Dave Grohl a Nirvana en 1990 marcó un antes y un después. Su incorporación no solo redefinió el sonido de la banda, sino que también consolidó su lugar en la historia de la música. Sin embargo, el camino hacia este cambio no fue fácil ni predecible.
Según Rock Fm, antes de Grohl, la batería de Nirvana estaba en manos de Chad Channing. Aunque Channing formó parte del debut de la banda con Bleach, su estilo no terminaba de convencer a Kurt Cobain. ¿Cuál fue el motivo para prescindir de Channing? ¿Cómo eligieron a Grohl?
Esas preguntas han sido resueltas por Robert Boyd, autor de ‘Before the Storm: The Formative Years of America’s Last Great Band’. El escritor reveló algunos detalles sobre cómo se tejió este relevante cambio en la formación de Nirvana. Lo hizo durante una entrevista con el pódcast ‘Booked on Rock’.
«Cobain quería un baterista más agresivo, con una pegada más fuerte«, comentó Boyd. Esta búsqueda terminó por generar tensiones internas en la banda.»
Un cambio necesario para evolucionar
En la primavera de 1990, Channing dejó la banda. La decisión fue amistosa, pero estratégica. Nirvana estaba ganando notoriedad. Las discográficas comenzaban a interesarse en ellos. Era el momento de encontrar a alguien que elevara su propuesta musical al siguiente nivel.
Varios bateristas fueron considerados. Dan Peters de Mudhoney incluso llegó a tocar en una grabación. Pero el destino intervino cuando Cobain y Krist Novoselic asistieron a un concierto de Scream en California. Ahí conocieron a Dave Grohl, quien tocaba la batería con energía y precisión. Poco después, Scream se disolvió, dejando a Grohl libre. «Necesitando una nueva posición, fue apuntado en la dirección de Nirvana. Y el resto es historia”, confesó el escritor.
Este cambio no solo benefició a Nirvana, sino que también marcó el inicio de una nueva era en la música. Dave Grohl no solo se convirtió en el baterista ideal, sino también en un elemento clave en la dinámica creativa del grupo.
Su primer concierto con la banda fue en octubre de 1990. Menos de un año después, lanzaron Nevermind, el álbum que los catapultó al estrellato.
La historia de este cambio nos recuerda que, a veces, las decisiones difíciles son las que llevan al éxito. Y en el caso de Nirvana, esa decisión fue un acierto absoluto.