
Febrero viene cargado con interesante actividad de música en vivo y una de ellas es el reencuentro con Vapors of Morphine, la banda de ex integrantes de los recordados Morphine, uno de los imperdibles de la música alternativa de los 90. Esta nueva encarnación es la que ha mantenido el legado y espíritu de Morphine tocando esta música y la cita es el 25 de febrero en el Teatro Nescafé, con entradas por Ticketmaster.
En la espera hablamos con Dana Colley, saxofonista del grupo, uno de los que quedaron de la época de Morphine y hoy es protagonista de lo que es Vapors of Morphine. Desde el inicio de la conversación dejó en claro que “siempre es una alegría para nosotros poder viajar y llevar la música a lugares en los que hemos estado en el pasado y que hemos amado. Siempre hemos tenido un gran amor por Sudamérica y siempre hemos sentido que ha sido recíproco. Así que estamos muy emocionados”.
-¿Qué podemos esperar de este nuevo show?
-Bueno, estaremos tocando algunas canciones de Morphine. Tenemos un nuevo baterista, su nombre es Tom Arey. Es increíble, aprendió y estudió a Jerome Dupree y a Billy Conway (bateristas de Morphine) y viene de una larga línea de bateristas increíbles. Creo que les va a gustar mucho verlo tocar. Mi regla es que si quieres una buena banda, tienes que tener un buen baterista, así que tenemos un nuevo miembro increíble de la banda, lo que será muy estimulante. Estaremos tocando música nueva, energía nueva como resultado, y creo que escucharás canciones antiguas, escucharás canciones nuevas, escucharás canciones que tal vez no hayas escuchado antes, y vamos a tener un buen momento.
-Hablas de un concepto muy especial, la energía. ¿Qué tan especial o mágica sientes que se vuelve la energía en un concierto de Morphine?
-Tengo que decir que los públicos que hemos encontrado han sido muy increíblemente cálidos y receptivos. Escuchas a la gente cantando las canciones, hay un aprecio y amor por la música de Mark (Sandman, fallecido bajista y vocalista de Morphine) y las canciones de Mark y me siento muy agradecido de tener la oportunidad de tocarlas y compartirlas en esa comunidad.
-Aún nos acordamos de Mark, por supuesto. Hablando de eso, ¿qué recuerdas de esos días, de los 90, cuando Mark estaba en la banda y trabajaban juntos y Morphine era algo muy único en la escena musical?
-Bueno, no sabíamos eso en ese momento. Sólo estábamos haciendo lo que amábamos hacer y esa era la belleza de todo eso. Podíamos hacer nuestros propios discos y no teníamos que responder a nadie.Hicimos nuestras propias decisiones creativas. Tuvimos que viajar a diferentes partes del mundo y pudimos pagar nuestros billetes. Esas son las cosas que eran geniales. Poder hacer lo que amabas hacer y vivir de ello. Fue un gran momento de la vida. Estábamos totalmente dedicados a tocar y podíamos ir y tocar en cualquier lugar, en cualquier momento. No teníamos nada que nos detuviera. Fue un momento muy libre de nuestras vidas.
-Dices que no estabas muy consciente de lo que estaba pasando con el impacto de Morphine. Pero en algún momento te diste cuenta, ¿no? ¿Cómo fue cuando lo advertiste?
-Es gracioso, porque creo que tocábamos con muchas bandas que hacían bandas alternativas, guitarras pesadas, sonidos pesados y siempre estábamos en el mismo escenario. Inicialmente pensamos “wow, al público no le va a gustar lo que estamos haciendo. Están aquí para escuchar algo muy pesado y quieren ver una guitarra”. Pero siempre nos sorprendíamos de lo bien que el público nos acogía. Así que nos volvimos algo muy aceptado en un mundo que era muy amplio, dominado por guitarras. Solo sentimos que estábamos contentos de poder tocar y de que la gente nos entendiera y nos acogiera. Era lo único que sabíamos hacer. Éramos nosotros mismos.Ahora puedes mirarlo y decir “sí, era diferente de esto y de eso”. Pero también era muy similar a esto y a eso. Puedes trazar una línea y pasar por los años 90 y volver a los años 30 y 40 y escuchar referencias, incluso antes de eso. Es de donde viene el Delta, es de donde viene la música africana. Algo que hemos estado absorbiendo todo el tiempo.
-Es verdad. En tu caso, tocas un instrumento que no es de los más tradicionales o básicos de una banda promedio en la escena rock, el saxofón. ¿Qué es lo que más te gusta del saxofón, lo mejor de este instrumento?
-Hubiera preferido ser un guitarrista, pero no era lo que aprendí a tocar. Me encanta tocar guitarra. Pero el saxofón fue el instrumento donde encontré un lugar para lo que tenía que decir como músico. Fui capaz de transmitir mis ideas musicales con este instrumento. Si tuviera una elección, me hubiera gustado ser un guitarrista, pero aprendí el saxofón cuando era niño y se convirtió en mi instrumento. Lo mejor del saxofón es que no es un acordeón. Para mí, también es un trabajo de amor. Involucra mucho sueño, dolor y sangre para hacer que esto funcione. También hay muchas cosas que no son tan buenas sobre el saxofón. Eso lo hace algo fascinante.
-Después del tour, ¿cuáles son los planes? ¿Van a hacer un nuevo álbum?
-Probablemente haré una compilación en vivo de nuestro tour en América del Sur. Usaré las mejores grabaciones que podamos encontrar de nuestro tour y publicaré un disco en vivo.
-Vamos a hacer que sea una gran velada entonces, para que nos incluyan. Dana, eso es todo para nosotros por ahora. ¡Nos vemos en Santiago en el concierto de Vapors of Morphine!
-Muchas gracias, nos vemos.