En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros y Andrea Moletto conversaron con Carlos Tromben, periodista y escritor de los libros “Todo Legal, el auge y caída de la élite financiera” y “Crónica secreta de la economía chilena”. Esto, en el marco del Caso Factop y cómo expone las redes de poder en la élite financiera chilena.
Hoy, el Centro de Justicia será escenario de un episodio que promete agitar las aguas del mundo financiero chileno. En una audiencia clave, 16 imputados enfrentarán cargos relacionados al conocido caso “Factop”. La investigación que ha destapado una red de irregularidades financieras en altas cúpulas económicas, incluye nombres de peso como los hermanos Jalaff, los hermanos Sauer, Rodrigo Topelberg y los reconocidos abogados Cristián Menichetti y Luis Hermosilla.
El “capitalismo de sushi”
El caso, que comenzó como el “caso Audio”, ha evolucionado hacia dimensiones más complejas, revelando vínculos profundos entre empresas tradicionales y esquemas financieros cuestionables. Según Tromben,, estamos ante un fenómeno que pone en evidencia las debilidades del sistema de regulación y la opacidad en el manejo de fondos de inversión, como el “capital estructurado”.
Tromben describe estos esquemas como parte de un “capitalismo de sushi”, donde los fondos empaquetan deudas o activos en combinaciones complejas que los clientes adquieren sin entender completamente su contenido. En el caso investigado, se utilizó este modelo para reciclar deudas asociadas a proyectos inmobiliarios como estacionamientos, bodegas y parcelas.
“La pandemia desató una crisis que afectó directamente a estos proyectos, generando un efecto dominó en las líneas de crédito. Para sostenerse, recurrieron a financiamientos de corto plazo y crearon paquetes de deuda que vendieron a clientes, muchos de ellos empresas de factoring”, explicó Tromben.
Sombras en el sistema
Uno de los puntos más críticos destacados por el periodista es la fragilidad de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). “Este es un sector que básicamente se autorregula. Los reguladores y regulados son amigos, fueron a las mismas escuelas”, afirmó Tromben.
Además, la falta de transparencia en los fondos estructurados amplifica el problema. Tromben subrayó la necesidad de una autorregulación más estricta o, idealmente, reguladores externos sin vínculos con las élites locales.
Pero este caso no es un hecho aislado. Tromben lo enmarca como parte de un “relato circular” que ha golpeado repetidamente al sector financiero chileno. “Cuando estallan estos casos, los grandes nombres de la élite financiera intentan presentarse como víctimas. Pero estos son los ‘príncipes’ del modelo económico, formados en las mejores universidades, que deberían saber exactamente lo que hacen. Asumir la responsabilidad legal y moral es lo mínimo que se puede esperar”, sentenció.