La isla de Irlanda ha entregado una variedad de figuras al mundo de las artes, pero uno que sin lugar a dudas tiene un merecido lugar especial, es Rory Gallagher.
Pese a que el fallecido músico no tiene el mismo nivel de popularidad que algunos contemporáneos, su figura hasta hoy sigue muy importante, y así lo demostraron una vez más desde su territorio de origen, donde inauguraron finalmente una estatua suya.
La estatua de Rory Gallagher en Belfast
Ubicado en Belfast, capital de Irlanda del Norte, donde Gallagher se presentó varias veces, el nuevo monumento fue develado a través de una ceremonia, a la que asistió no solo la familia del compositor, sino también fanáticos y firmantes locales. Esto, además del alcalde, Mickey Murray, quien elogio el legado de Rory.
La estructura en cuestión fue creada por Anto Brennan, Jessica Checkley y David O’Brien de Bronze Art Ireland, y el diseño se inspiró en una fotografía que apareció por primera vez en la portada de una edición de enero de 1972 de la revista Melody Maker.
Barry McGivern, del Rory Gallagher Statue Project Trust, dijo a la BBC que sintió que era un “homenaje apropiado” al músico.
Hablando sobre sus estrechos vínculos con la ciudad, McGivern añadió: “En Belfast, con Taste, habría tocado con John Wilson y Richard McCracken [de Irlanda del Norte], eran un trío poderoso y eso le ayudó a darle alas, y la gente de Belfast le permitió florecer”.
“Cuando tocó en el Maritime de Belfast, había colas que daban toda la vuelta a la manzana hasta el New Vic. Rory también vivía en una casa de huéspedes en Cromwell Road, cerca de Botanic Avenue. Habría tocado en varios lugares de Belfast además del Maritime, incluidos el Ulster Hall, la Queen’s University, el Grosvenor Hall, el club de jazz Sammy Houston’s, Romano’s y el Pound”.