Bill Bruford, exbaterista de Yes, recordó la ceremonia de inducción de la banda al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2017. En una reciente entrevista con Rolling Stone, habló sobre la tensión entre los miembros y el ambiente conflictivo que rodeó la celebración.
«Siempre había una guerra civil en marcha», afirmó Bruford. «Es una de las razones por las que no quieres pasar demasiado tiempo en estas bandas». En ese momento, existían dos versiones de Yes: una liderada por Steve Howe y Alan White, y otra con Jon Anderson, Trevor Rabin y Rick Wakeman. Durante la gala, ambas formaciones se sentaron en mesas separadas y evitaron interactuar.
Sin espacio para hablar
Según Louder, Bruford, quien asistió a la ceremonia pero no tocó con la banda, también explicó por qué no pudo dar un discurso. «Podría haber dicho algunas palabras si Rick Wakeman se hubiera callado», comentó con ironía. «Él pone la pelota en movimiento y unos 20 minutos después, la gente dice: ‘Dale cuerda'».
El músico también expresó su incomodidad por el tiempo de micrófono que ocupó Wakeman, lo que impidió que Scotland Squire, viuda del bajista Chris Squire, hablara en su honor. «Creo que ella quería decir algo en nombre de Chris. Me sentí mal cuando Rick siguió hablando, pero bueno, así es el rock and roll», añadió.
Una ceremonia accidentada
Scotland Squire se refirió al tema tras la gala, aclarando que no culpaba a Wakeman por la situación. «Había preparado un discurso muy bonito para honrar a Chris, pero había limitaciones de tiempo», explicó. «No me negué a hablar, pero cuando Rick terminó, todos se fueron del escenario y todo se sintió incómodo».
Más allá de los roces, Bruford reconoció la importancia de la inducción de Yes al Salón de la Fama. Sin embargo, dejó claro que las diferencias dentro de la banda fueron una constante. «Jon y Steve se llevaban muy mal. Hasta el día de hoy, su relación sigue siendo extraña», concluyó.
