
En Palabras Sacan Palabras, Álvaro Paci conversó con el humorista chileno, Álvaro Salas sobre el retorno de El Muro, la icónica sección de humor que marcó una época en la televisión chilena y ha generado expectación entre los espectadores.
El regreso de El Muro representa una apuesta por el humor tradicional, basado en chistes y actuaciones dialogadas. “Ellos actualizan chistes, no actúan. El chiste en vez de contarlo, lo hacen dialogado y les resulta muy entretenido”, explicó Salas sobre el formato del programa. Este tipo de humor ha sido parte fundamental de la televisión chilena. En tanto, su reaparición busca conectar con el público que lo siguió fielmente en su época dorada.
Para los comediantes que formaron parte del programa original, este retorno es motivo de celebración. “Me alegro mucho de que Quique vuelva a la televisión, un personaje muy querido que la gente echaba de menos”, destacó el humorista, resaltando la importancia de mantener vivos los espacios de humor en la pantalla chica.
El desafío del humor en tiempos de sensibilidad social
Salas reconoció que los tiempos han cambiado. Hoy existe una mayor sensibilidad respecto a ciertos temas que antes eran material común en los programas de comedia. “Hace 10 o 15 años nos reíamos de los narigones, guatones, gays, todo; y nadie se ofendía. Hoy día ha cambiado la cosa y también nos obliga a los que hacemos humor a tener mucho más cuidado, a tener mucho más tino”, reflexionó.
El comediante también se refirió al debate sobre la cosificación de la mujer en el humor televisivo, una de las principales críticas que recibió Morandé con Compañía en su época.
“La gente decía: ‘No, yo no veo ese tipo de programa, yo veo Discovery Channel’. Mentira, llegabai a la casa corriendo a ver Morandé con Compañía”, comentó entre risas, evidenciando cómo el consumo del programa muchas veces no coincidía con la postura pública de algunos televidentes.
“En el chiste hoy día yo digo en la rutina -reclamo- porque en el chiste si guía más la mujer, te funan y todo,. Y las humoristas mujeres nos hacen pebre a los hombres en la rutina y nadie les dice nada. Pero es el folklore nuestro”, explicó Álvaro Salas.