
Paul Stanley habló sobre su vida después del final de la gira «End Of The Road» de KISS. Según el podcast «Stories To Tell With Richard Marx«, el guitarrista admitió que extraña los shows en vivo, pero es consciente de que esa etapa terminó.
«Lo extraño, pero no lo anhelo», aseguró. «Hay gente que sigue de gira porque necesita esa respuesta del público. Hace años, tal vez décadas, yo era así».

Un cierre planificado
Stanley recordó que la decisión de poner fin a KISS no fue repentina. Junto a Gene Simmons y su equipo, evaluaron el momento adecuado para retirarse.
«Nos dimos cuenta de que no podíamos seguir para siempre. La pandemia retrasó todo, pero sabíamos que tenía que llegar el final», explicó. «No queríamos simplemente desaparecer, queríamos darle a los fans un cierre».
La vida después de KISS
Ahora, el músico de 72 años se enfoca en su familia, la pintura y otros proyectos personales. Para él, lo importante es encontrar nuevos caminos de satisfacción.
«Lo crucial es cómo te sientes contigo mismo cuando no hay multitudes», reflexionó. «Si no te gusta quién ves en el espejo, nada más importa».
Un legado intacto
Stanley reconoce que KISS dejó una marca imborrable en la historia del rock. Aunque el grupo ya no se presentará en vivo, su legado sigue vivo en la memoria de los fans.
«Lo que hicimos fue legendario», afirmó. «KISS es mítico, y queríamos que la gente recordara nuestra última gira como algo grandioso».
El cierre de KISS no significa que Stanley se aleje por completo de la música. Recientemente, reveló que la banda trabaja en un documental de cinco partes sobre su gira de despedida.
«Queremos que nuestra historia quede bien contada», dijo. «Fue un viaje increíble, y me siento afortunado de haber sido parte de él».
A pesar de que no volverá a los escenarios, el guitarrista sigue activo en distintos proyectos. Su vida, asegura, sigue estando llena de pasión y creatividad, aunque de una manera distinta a la que lo acompañó durante décadas.