
El bajista de Pink Floyd, Roger Waters, fue hallado culpable de difamación tras sus declaraciones contra el periodista John Ware. Waters se refirió a él como “portavoz sionista mentiroso y conspirador” y lo acusó de “animar al genocidio de los palestinos”.
La demanda fue presentada por Ware y la productora del documental The Dark Side of Roger Waters. El caso fue llevado ante la justicia británica, que determinó que las afirmaciones del músico eran difamatorias.

Un veredicto contundente
Según Rock FM, la jueza Jennifer Eady rechazó los argumentos de la defensa de Waters. En su sentencia, explicó que las palabras del artista no eran solo opiniones personales. “Las declaraciones son difamatorias del demandante en derecho anglosajón”, afirmó.
Eady también aclaró que si bien Waters expresaba su postura sobre el conflicto en Gaza, acusar a Ware de apoyar un genocidio era más que una simple opinión. “Considero que estaba haciendo una declaración de hecho”, concluyó.
Reacciones al fallo
La organización Campaign Against Antisemitism, que produjo el documental, celebró la decisión judicial. “Acogemos con satisfacción este juicio sobre el significado del desvarío sin sentido de Roger Waters”, expresaron en un comunicado.
Además, criticaron la postura del músico respecto a las acusaciones de antisemitismo. “El juez sostuvo que acusar a alguien de ser un ‘animador del genocidio’ es hacer una afirmación difamatoria sobre la que tiene que responder o guardar silencio”.
Música y activismo
Waters ha sido una figura polémica por sus posturas políticas. En una entrevista con el periódico Berliner Zeitung, aseguró que su activismo es inseparable de su arte. “Si no fuera esta persona que tiene fuertes convicciones políticas, no habría escrito The Dark Side of the Moon, The Wall, Wish You Were Here y todas las demás cosas”, afirmó.
El músico también explicó que dejó Pink Floyd en parte por diferencias ideológicas. “Yo tenía esos principios, los demás no los tenían o los tenían diferentes”, señaló.