
Esta jornada, el Tribunal Constitucional (TC) resolvió inhabilitar a la senadora Isabel Allende (PS) luego de acoger los requerimientos presentados por Chile Vamos y el Partido Republicano.
Ambos sectores argumentaban que la legisladora incumplió la prohibición de celebrar contratos con el Estado al participar en la venta de la casa de su padre, Salvador Allende, inmueble que el Gobierno pretendía convertir en un museo.
La sesión contó con alegatos de los abogados Emiliano García y Máximo Pavez, en representación de los parlamentarios opositores. Y de Gabriel Osorio, defensor de la senadora. Tras deliberar, ocho ministros respaldaron la destitución, Mientras que dos votaron en contra.
La decisión marca un precedente en la historia del TC. Esta es la primera vez que se acoge un requerimiento de este tipo contra un legislador en ejercicio.
Recorrdemos que, en ocasiones anteriores, se habían rechazado solicitudes similares contra figuras como Hugo Gutiérrez, Alejandro Navarro y Jorge Lavanderos.
La fallida compra de la casa de Allende
El caso de la fallida compra de la casa del expresidente Salvador Allende explotó a fines de 2024, luego de un intento del Ejecutivo de adquirir la residencia de exmandatario ubicada en la calle Guardia Vieja, Providencia, con el propósito de convertirla en un museo dedicado a su memoria.
La propiedad pertenecía a familiares directos de Allende, incluyendo a su hija, la senadora Isabel Allende, y su nieta, la entonces ministra de Defensa Maya Fernández.
La transacción propuesta generó controversia debido a que la Constitución chilena prohíbe a parlamentarios y ministros celebrar contratos con el Estado, lo que planteaba un potencial conflicto de interés en este caso. Ante las críticas y posibles implicaciones legales, el Gobierno decidió rescindir el contrato, dejando sin efecto la compraventa.
La polémica resultó en la renuncia de la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, quien había estado a cargo de la citada operación. Además, la senadora Isabel Allende defendió públicamente la actuación de su familia, afirmando que siempre actuaron de buena fe y que nunca se habían visto envueltos en conflictos de intereses. En tanto, Maya Fernández, también dejó la cartera de Defensa, consigna ADN.