Campeonato de Segunda División 1973
Según la leyenda, la idea de fundar un club que representara a Linares en el profesionalismo nació en la Librería Universo, en pleno centro de la ciudad. Corría noviembre de 1955 y el dueño del negocio, Emilio Fuentes, reunió a los dirigentes de los equipos más importantes de la zona: Arturo Prat, Español y Olimpia. La fusión era el único camino viable para postular al Ascenso y así se hizo.
Pero faltaba un nombre. Se barajaron alternativas obvias, como Unión Linares, Linares Unido o Provincial Linares, pero el que generó consenso fue Lister Rossel. La institución llevaría así el nombre de un hijo ilustre de Linares recién fallecido: Rossel (Lister era su nombre de pila) era un querido médico pediatra y había representado a la ciudad ante las autoridades del fútbol amateur. Como colores se adoptaron aquellos de los tres fundadores: blanco, rojo y azul.
En 1957 la Asociación Central de Fútbol autorizó la participación de Lister Rossel en Segunda División. La campaña fue mediocre y ese mismo año los albirrojos regresaron al amateurismo (más precisamente, al torneo regional del Bío Bío). Repostularon con éxito a Segunda en 1961 y durante casi quince años serían animadores del campeonato.
En 1962 pelearon el ascenso hasta la última fecha con Coquimbo y San Antonio; el ’64 fueron segundos detrás de O’Higgins; el ’68 terminaron punteros de la fase regular pero se cayeron en la liguilla final que ganó Antofagasta Portuario. Al cabo, jamás un equipo de Linares ha jugado en Primera.
La foto de abajo muestra al plantel de 1972 en Santa Laura, poco antes de caer ante el Ferroviarios de Leonel. Los niños, como se aprecia, asomaban por todas partes para ser retratados junto a los jugadores del equipo del pediatra. En ese campeonato, los linarenses terminaron décimos entre 14 cuadros.
La diapositiva de arriba, publicada a todo color en la contraportada de la revista Estadio, muestra a la última formación del recordado Lister Rossel. En 1974, meses después del golpe, las autoridades militares que regían la zona citaron a una reunión de “las fuerzas vivas de la comunidad” para rebautizar al club. A juicio castrense, su nombre “no interpretaba bien a la ciudad y sus departamentos”. Y en un alarde de originalidad y patriotismo, el equipo fue rebautizado como Deportes Linares, equipo del cual hablaremos más adelante.
Fotografías: Juan Silva, archivos revistas Estadio y Gol y Gol.