Campeonato Primera División 1962
Estadio Nacional
Universidad Católica 2 – Unión San Felipe 1
Unión San Felipe nació en octubre de 1956 en un salón del Cuerpo de Bomberos de la ciudad. En sus orígenes -para variar- estuvo una fusión: en este caso, la de los clubes Internacional y Tarcisio, a los que se sumarían otras entidades amateur locales.
Entre otros nombres que se barajaron para bautizar al nuevo equipo estuvieron Real San Felipe, San Felipe Unido y Aconcagua. El mayor estímulo para crear la institución fueron los éxitos de Transandino (aún con esa “n” extra), sus vecinos y archirrivales de Los Andes que ya llevaban en el profesionalismo desde 1952.
Tras un año en el Regional Metropolitano (especie de Tercera División amateur), en 1958 la Asociación Central de Fútbol aceptó el ingreso del cuadro albirrojo al Ascenso. En aquel entonces, la dirigencia santiaguina aún propiciaba la integración de plazas accesibles a pocas horas en tren desde la capital, sin importar demasiado su tamaño.
Unión San Felipe cumplió campañas decorosas en Segunda hasta 1961, año en que escoltó al campeón, Unión La Calera, y garantizó así su participación en Primera durante el año del Mundial. En la división mayor no pasó mayores zozobras durante el lustro siguiente: la foto de arriba corresponde justamente a un partido del año debut de los aconcagüinos en la elite; abajo, el plantel de 1963 con el uniforme titular.
En 1968 un complicadísimo torneo dividido en zonas determinó el primer descenso de San Felipe; dos años después regresaría a Primera para protagonizar la mayor hazaña que se haya visto nunca en canchas nacionales.
Dirigido técnicamente por un joven Luis Santibáñez, en 1971 el «Uní Uní» cumplió un campañón y se convirtió en el único equipo chileno a la fecha que ha obtenido el título de Primera inmediatamente luego de ascender. Otros cuadros que han logrado ese “milagro” en Sudamérica son Bolívar (1966), LDU (1974), Central Español de Montevideo (1984) y Rosario Central (1987).
De la lista de campeones nacionales, los albirrojos son por lejos los más exóticos y su gesta difícilmente volverá a repetirse. ¿Cómo explicar tamaña proeza? Entre otros muchos factores, cabe recordar que entre 1966 y 1980 el fútbol nacional vivió sus impredecibles “años locos”. Así, a lo largo de 15 torneos hubo una decena de campeones distintos: U. Católica, Wanderers, U. de Chile, Colo Colo, San Felipe, Unión Española, Huachipato, Everton, Palestino y Cobreloa. Desde el título loíno de 1980 ningún nuevo miembro se ha sumado a la lista de 14 monarcas chilenos.
Lo más curioso es que al año siguiente de campeonar -y tras jugar la Copa Libertadores- San Felipe se salvó por los pelos de descender de nuevo. Nunca el cuadro del Aconcagua volvería a acercarse a los puestos de avanzada; con el tiempo se consolidaría no solo como equipo “ascensor”, sino que hoy está convertido más que nada en una extraña agencia dedicada a la triangulación de pases.
Fotos: archivo revistas Estadio y Gol y Gol.