PUNTERO FANTASMA

El Ballet Azul en Segunda

1972-Ferroviarios

El Ballet Azul agonizaba en 1969, justo cuando la Universidad de Chile sumaba su sexto título en 10 años. Se coronaba así una década gloriosa iniciada esa noche en que unos muchachitos derrotaron en la finalísima de 1959 a Colo Colo, forjando una rivalidad que decantaría de verdad a mediados de los ‘70.

El título del ‘69 fue juzgado “sin brillo” por la prensa especializada. La U había aprovechado las sendas crisis de Colo Colo y la UC para ganar un campeonato algo deslavado. Su plantel, se decía, estaba agotado y era imprescindible una renovación. Y así la dirigencia azul hizo un pésimo negocio: deberían pasar terribles 25 años para que el club volviera a ganar el título nacional.

La poda de jugadores significó que -tras 15 años de impecable carrera- a un ídolo como Leonel Sánchez terminaran regalándole su pase para que firmara por Colo Colo. La hinchada no armó gran escándalo por lo que hoy algunos livianamente califican como “traición a los colores”. La falta de respeto al viejo crack y el hecho de que los albos aún no fueran los archirrivales hicieron que ese traspaso fuese poco más que una anécdota.

Antes y después de ese hito funesto, otros ídolos de la U también fueron víctimas del desprecio del club de toda su vida. Sergio Navarro fue vendido al propio Colo Colo el 65, Luis Eyzaguirre partió a Huachipato dos años después, Carlos Contreras se fue a Antofagasta Portuario, Carlos Campos fue tempranamente jubilado y a Rubén Marcos poco menos que lo regalaron al Emelec de Ecuador.

Pero curiosamente las carreras de varias de estas estrellas azules volverían a coincidir en los tempranos 70, donde nadie podría haberlo anticipado: la Segunda División. En 1972, Leonel Sánchez firmó por Ferroviarios, que años antes se había divorciado del Bádminton. En ese plantel ya estaban el “Fifo” Eyzaguirre y luego llegaría el “Pluto” Contreras: casi un “Ballet Azul senior” que hasta el final de ese año estuvo a punto de llevar al Ferrito a Primera. Nunca más el cuadro de San Eugenio estaría cerca de concretar esa hazaña.

Un dato menos conocido aún es que en el equipo que al cabo resultó campeón del Ascenso había otra vieja gloria de la U: Rubén Marcos. El volante había firmado en 1971 por Palestino, donde se convirtió en “pilar del mediocampo”, según la revista Estadio. Ahí reverdeció laureles, guiando en 1972 el infartante ascenso de los árabes, conseguido recién en la última fecha. Al año siguiente se retiró: aunque siempre tuvo “cara de viejo”, apenas tenía 31 años.

En la foto de arriba se ve al veterano plantel de Ferro ‘72, con Leonel y el “Fifo” entre los titulares; en la de abajo, al “Siete Pulmones” Marcos con la tricolor enfrentando justamente a Ferroviarios (al fondo, se divisa justamente a Eyzaguirre).

Ese campeonato de Segunda de 1972 generó un inusitado interés en las tribunas y también en la prensa. Tanto fue el fervor que la revista Estadio -habitualmente reacia a cubrir ese torneo- le comenzó a dedicar un par de páginas semanales. De ahí, justamente, vienen estas fotos.

Fotos: archivo Estadio.

1972_Rubén Marcos Palestino


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