PUNTERO FANTASMA

El club más largo de Chile

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A mediados de 1949, el Unión Ferroviarios recibe en su abarrotada canchita del barrio San Eugenio a Universidad de Chile y Audax Italiano. En amistosos preparatorios, los “carrileros” derrotan a ambos equipos profesionales con sendas goleadas.

Revista Estadio, que rara vez les da bola a los clubes amateurs, hace una excepción: “Los tiznados usan un recurso muy propio de ellos. Tienen una locomotora en la línea que pasa al lado del estadio; en cuanto los delanteros ferroviarios se acercan al arco contrario, la locomotora se pone a resoplar con sus calderas a full y a pitear a todo lo que da la potencia de tal hincha mecánico. La tierra se estremece y el piteo ensordece en forma que parece un terremoto, y el arquero y los defensas no saben qué hacer”.

El Unión Ferroviarios -también llamado Unión Ferroviaria o Ferroviario a secas- es una institución grande (y larga). Con poderosas ramas de fútbol, box, básquetbol y pimpón, presume tener hinchas en cada estación de trenes de Chile. Es quizás el más genuino representante de ese fútbol empresa original, que promete traer plata, público y nueva infraestructura a nuestros torneos profesionales.

El problema es que el club -que viste de azul con una V blanca en el pecho- está atrapado en un pantano. La División de Honor Amateur (DIVHA) es un campeonato de ascenso sólo en teoría, con reglas diseñadas para que subir sea una hazaña. Con el firme respaldo de la entonces solvente Empresa de Ferrocarriles del estado, Ferro ha ganado el título en los 2 años previos sin obtener premio alguno. El medio suplica que se le brinde un espacio en Primera, pero no hay caso.

De hecho, la DIVHA reúne a varios clubes que merecen mejor suerte. Hay otro par de cuadros ferrocarrileros (Maestranza de San Bernardo y Transandino de Los Andes), América de Rancagua, San Luis de Quillota, Rangers de Talca, Walter Müller (de la compañía de gas), Maccabi (de la colonia israelí), los porteños de La Cruz y Administración Puerto, además del agonizante Santiago National.

El “clásico carrilano” entre Ferroviario y Maestranza llega a convocar a 8 mil personas en San Eugenio; Antonino Vera se entusiasma ante las posibilidades que abre un campeonato bien organizado, que suma 11 instituciones solventes e incorpora a un contingente de nuevos aficionados: “Ferroviario es el club más poderoso. Por su potencialidad deportiva e institucional, estaría llamado a un brillante papel en el fútbol profesional. Pero ya debe estar cansado de tanto campeonato ganado sin premio. Si hay algo incomprensible es que todavía no haya sido aceptado en Primera. Lo inteligente, lo cuerdo, es abjurar de mezquindades y producir el acuerdo definitivo para que de esta División de Honor Amateur nazca de una vez por todas la reclamada División de Ascenso”.

Al cabo, en diciembre Unión Ferroviarios demuestra que el amateurismo le queda chico y de nuevo obtiene el título. Entonces viene lo impensado: la Asociación Central de Fútbol se pone los pantalones, decide por fin que las reglas se cumplan y decreta el descenso del colista Bádminton, que deberá ser reemplazado en Primera por los ferrocarrileros. Y entonces, para variar, comienzan las intrigas de pasillo.

Fotos: Revista Estadio.

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