Esta semana, Pamela Anderson escribió en conjunto con Rabbi Shmuley Boteach, una editorial en el Wall Street Journal, advirtiendo de los peligros de la pornografía.
la actriz criticó el porno por los “efectos corrosivos en el alma del hombre y en su habilidad de funcionar como marido y, por extensión, como padre”, comentó en mención al político Anthony Weiner por su escándalo sexual en la campaña de Clinton. Weiner se mandaba mensajes y fotos sexuales con amantes, utilizando la práctica del sexting. Justamente, la también ex conejita Playboy se refiere a esto como un “peligro adicional de la pornografía”.
Según un estudio de la asociación norteamericana de sicología, entre un 50 y 90% de los hombres consume porno en EE.UU., mientras que entre las mujeres la cifra baja a 30-86%. Anderson y Boteach consideran las cifras como “terroríficas“.
El consumo y la adicción al porno sólo “empeorará” a través de las generaciones, las que están expuestas a imágenes cada vez más sexuales. Lo que quieren hacer Boteach y Anderson es terminar con el porno: “Simplemente tenemos que educarnos y educar a nuestros hijos que el porno es para perdedores, una aburrida, inútil y un camino sin sentido para las personas tan flojas para aprovechar los amplios beneficios de una sexualidad plena”.