Dando un vuelco a la mayoría de las encuestas y pronósticos, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, se impuso por sobre la candidata demócrata Hillary Clinton obteniendo más de 270 votos electorales según AP, en una de las elecciones más disputadas de los últimos años en el país norteamericano.
Clinton llamó a Trump para reconocer su derrota, aseguró el magnate en su primer discurso como presidente electo de EE.UU: «Hillary ha trabajado muy duro y muy duro durante un gran periodo de tiempo y le debemos la mayor gratitud por su entrega a este país. Ahora es el tiempo para que Estados Unidos una las heridas de la división».
La tendencia que terminó otorgándole el sillón de la Casa Blanca al empresario se determinó luego de obtener temprano en la jornada un triunfo en los decisivos estados de Florida y Ohio, los que en las elecciones de 2012 se decidieron por Barrak Obama.
Si bien Clinton retuvo los 55 votos electorales que entrega California, así como Nevada, no fue capaz de convencer a los votantes en el cinturón manufacturero ubicado en torno a los Grandes Lagos al perder los estados de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, donde Trump consolidó una significativa ventaja.
Según los analistas, las encuestas tuvieron un desempeño horrible para predecir los resultados de las elecciones más que nada porque al ser una elección indirecta, la diferencia de sufragios en total entre ambos candidatos se encuentra dentro de su margen de error.