Torneo Segunda División (noviembre 1975)
Ovalle 2-Linares 1
Estadio Ferroviario de Ovalle
Noviembre de 1975 fue dulce para Deportes Ovalle. Dirigido por Guillermo “Yemo” Díaz -veterano del Mundial del ‘50- se coronaba una proeza: ascender a Primera División. Los verdes hicieron un campañón y acabaron ese torneo segundos, tres puntos detrás de Universidad Católica (que regresaba a la elite tras dos terribles años en los potreros).
La capital del Limarí se había estrenado en nuestro profesionalismo en 1963 con el equipo Ovalle-Ferroviarios, que vestía de azul como el Ferro original. Al año siguiente, Ovalle a secas descendió a su asociación provincial, de la cual regresaría pronto. En la década que vino vistió de verde y adquirió cada vez mayor protagonismo en Segunda: entre 1970 y 1973 no bajó del 6º lugar de la tabla; en 1974, bajo la conducción técnica de Luis Santibáñez, rasguñaría la liguilla final. La gloria estaba reservada para 1975.
En las imágenes se observa el júbilo popular en las celebraciones por el ascenso. En la última fecha el CDO derrotó como local por 2 a 1 a Linares en el hoy desmantelado Estadio Ferroviario. Dos tantos de Horacio Astudillo permitieron a los limarinos sacar dos puntos de luz a Ñublense, su más cercano seguidor. El jugador que se ve colgado de la reja es el volante Adrián Tapia.
Estas emocionantes postales del carnaval popular avivado por el fútbol ya no se ven. Durante los años ‘60 y ‘70 eran típicas al final de cada temporada: por fin el equipo de una ciudad postergada durante décadas -Concepción, Antofagasta, Coquimbo y tantas más- lograba el sueño de codearse con los grandes.
¿Cuál fue la última ciudad chilena en estrenarse en Primera? Curicó el 2009; antes, en los ’90, fue Melipilla.
Volvamos al Norte Chico. En 1976, su debut en las grandes ligas, Ovalle cumpliría una dignísima presentación. Con figuras como Hugo Tabilo y Rubén Gómez -quienes luego harían historia en Cobreloa- terminó en un cómodo décimo lugar y se dio el gusto de ganarle como local por 3 a 1 a Colo Colo y 4 a 0 a Wanderers. El ‘77, sin embargo, fue antepenúltimo y descendió tras un desempate con Santiago Morning.
Aunque luego cumpliría un par de buenos campeonatos, durante los ochenta el rendimiento ovallino decayó notablemente. En 1991 bajó a Tercera, subió el ‘93 de la mano de Gustavo Huerta y el 2005 -obra y gracia del infame “descenso programado”- nuevamente cayó al infierno. Tras la hazaña de la Copa Chile 2008 (donde eliminó entre otros a Colo Colo y perdió la final con la U. de Conce), hoy el Club de Deportes Ovalle es una sucursal de Miguel Nasur y languidece en el pantano de la Tercera División, muy lejos de esa jornada de gloria vivida hace casi cuatro décadas.
Fuente: Archivo Estadio, Óscar Lagos.
Info: Juan Pablo Jarufe