A mediados de los ’50 las vitrinas de la U y la UC aún lucían casi vacías, pero de todos modos animaban el clásico mayor del fútbol chileno y estaban forjando la que sería su venidera década de gloria. Poco tiempo pasó antes de que la Universidad Técnica del Estado (fundada en 1947, actual USACH) decidiera imitarlas: en esos años, no hay que olvidar, en Santiago solo existían tres universidades.
Foto: Torneo Segunda División 1965Estadio de la Universidad Técnica del Estado
La UTE debutó en el Ascenso en 1954. Hacía de local en el incómodo estadio institucional situado literalmente en Chuchunco -General Velásquez con Ecuador-, el que infinidad de veces albergaría a reuniones dobles de Primera y Segunda (y que hace una década fuera rescatado por Santiago Morning).
Aunque hoy su recuerdo se desvanece, la UTE alcanzó a jugar 15 largos años en el profesionalismo y estuvo muy cerca de ascender en 1962. La foto de arriba corresponde a la delantera universitaria de 1965: Marín, Gálvez, Liberona, Pavez y Díaz. Tal vez lo que más llama la atención es una diminuta mascota perfectamente uniformada, quizás hijo de algún jugador. La camiseta naranja de la UTE llevaba el número en el pecho, detalle extraño para la época.
En sus inicios, el equipo estaba conformado sólo por alumnos y funcionarios de la casa de estudios; a fines de los ‘60, sin embargo, la revista Estadio protestaba porque el plantel incluía cada vez menos estudiantes (y algunos de ellos incluso jugaban por otros clubes). Esta pérdida de identificación determinó que en 1970 las autoridades académicas decidieran retirarse de la liga para “concentrar sus esfuerzos en el deporte estudiantil”.
El último partido en el profesionalismo lo disputó a fines de 1969: triunfo 3 a 1 como visita ante Municipal, otro equipo fantasma del que ya hablaremos.
Estadio lamentó amargamente el receso: “La falta de dinero y la política de la dirección de la Universidad provocaron el desaparecimiento por un año, tal vez para siempre, de la rama de fútbol del club de la UTE. La decisión se produjo en el momento más inoportuno: al revisar la lista de sus jugadores, se ve que la mayoría se incorporó a instituciones de primera división”. Aunque el plan era recuperar algún día los derechos federativos en Segunda, eso nunca sucedió. Que se sepa, ni la UTE ni la USACH volverían a mostrar interés en sostener a un equipo profesional.
Uno de quienes de seguro dejaron el fútbol rentado fue Carlos Reynoso (con Y), quien aparece en esta foto y nada tiene que ver con el talentoso volante que triunfó en México (con I).
Sin mayores datos sobre su persona, cabe señalar que el muchachón sin duda aspira al cetro del jugador más robusto que haya pasado por nuestras canchas.
Fotos: Archivo Revista Gol y Gol.